Últimamente encuentro en mi entorno, entre mis conocidos y mis pacientes, cada vez más casos de cáncer, tumores malignos o "benignos"... Y en las revistas y libros de salud más formas de combatirlo o prevenirlo.
Debemos darnos cuenta del ritmo de vida que llevamos, cómo nos alimentamos, las prisas con las que vamos, nuestras relaciones sociales..., y buscar un poco en nuestro inconsciente la relación que todo ello puede tener con el aumento de casos en la población, incluso en la más joven.
Ya hace años empezábamos a oir que "guardarte las cosas", "tener rencor" o "enfadarte demasiado" provocaba cáncer. Y no íbamos mal encaminados... Todas estas reacciones emocionales lo que provocan son bloqueos en nuestro interior, al igual que la mala alimentación, la falta de ejercicio y la falta de oxigenación de nuestras células por unos malos hábitos respiratorios y un escaso contacto con la naturaleza y el aire limpio.
Esos bloqueos no dejan que nuestro organismo funcione como debe, y cuando hablo de organismo me refiero al que forman los sistemas de órganos físicos pero también a los cada vez más conocidos sistema energético (chakras, meridianos de acupuntura de la Medicina Tradicional China...), sistema emocional...
Y son esos bloqueos los que provocan todo tipo de enfermedades, entre ellas el cáncer.
Por eso, lo que primero habría que hacer como tratamiento, pero también como prevención, es ir cambiando ciertas pautas de nuestra vida en cuanto a comportamientos, formas de sentir y de vivir el día a día.
En cuanto a terapias, estamos haciendo tratamientos combinados de acupuntura y Reiki, acompañados de visualización positiva, alimentación, Flores de Bach y complementación dietética a base de anti-oxidantes, elevadores del sistema inmunológico, depuradores del hígado y la sangre..., que están teniendo muy buenos resultados.
Hay que salir al campo, disfrutar de la familia y de los amigos, deshacerse de las relaciones dañinas, incluso del trabajo que no nos gusta, estudiar, enriquecernos de cultura y conocimientos, cuidar nuestro cuerpo, hacer algún tipo de deporte con el que nos sintamos agusto, no abusar del ordenador, la televisión y/o el móvil...
Llevar una vida lo más sencilla y sana posible, es más fácil de lo que parece, y poco a poco nos vamos dando cuenta de que no necesitamos tantas cosas materiales como creemos y de que tenemos más tiempo del que pensamos para disfrutar.
Sólo con quererlo estamos haciendo que todo esto sea posible.
Y sobre todo en muchos casos conseguimos que un mal diagnóstico no signifique tirar la toalla.
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